Cómo hacer que tu mascota se enamore del veterinario

Cómo hacer que tu mascota se enamore del veterinario

Según los expertos, el miedo por ir al veterinario es muy común entre los perros y se puede reducir con visitas cortas para saludar, premios de recompensa, reflejar nuestra propia tranquilidad, darles algunas caricias antes de entrar al centro y algunos trucos que sabes que le gusta.

Los perros no pueden entender que es por su bien la visita al veterinario, solo ven que van a un lugar donde hay más animales, olores que no conocen y donde puede que sientan dolor por un pinchazo que no esperan.

Por lo que como amantes de los perros te hacemos estas recomendaciones que seguro ayudarán a tu perro a bajar esa tensión de ir al veterinario:

Elegir un veterinario de confianza y cariñoso con los perros.

Intenta ir siempre al mismo veterinario.

Visitas cortas y frecuentes al veterinario para saludar y darle un premio al salir.

Empezar si es posible desde cachorro con las visitas al veterinario.

Si ya tienes un perro más mayor y le notas que tiene pánico, para disminuir esa ansiedad, hay que añadir en el paseo la visita al veterinario, unas caricias, una chuche y poco a poco lo irá aceptando e irá más contento.

Puedes aprovechar también de vez en cuando en esas visitas cortas para vigilar su peso y su dieta. Así poco a poco tu perro irá relacionando el veterinario con un momento más normal y satisfactorio.

Si has de coger el coche para la visita al veterinario, ofrécele unas caricias antes e incluso alguna chuche y evita que el único viaje que haga en coche sea para llevarlo al veterinario, ya que si lo relaciona, ya empezará a ponerse nervioso antes de llegar al centro.

Antes de entrar al veterinario también ayuda a que le des un paseo y más aún si lo has llevado en coche.

Hacer ejercicio antes de llegar al veterinario, hazle correr, saltar, de esta forma llegará más relajado a la visita por el mismo cansancio.

Ve con tiempo para evitar prisas y estrés.

Si tiene que ir con bozal, haz que en otras ocasiones que sí le guste, como jugar o salir de paseo también lo lleve para evitar la relación bozal y veterinario.

Cuando tu perro no hay forma a que sean manipulados, lo mejor es darles caricias, hacer que te de la patita, abrazarles para que ese miedo a ser manipulados baje y se vaya acostumbrando al contacto. También está recomendado dar caricias antes de entrar al veterinario a todos los perros para que la manipulación con el veterinario sea más relajada.

Si nosotros estamos nerviosos, ellos lo sentirán y los contagiarás, por lo que hay que aparentar estar relajado, tranquilo, sonriente, todo lo que necesita tu perro es sentirse seguro.

Acostúmbralo en casa a este tipo de manipulación. Súbelo a una mesa, mírale los dientes, orejas, ojos, con mucha calma, suavidad y con mimos al finalizar.

Y la próxima visita al veterinario sin estrés y sin miedo.

¡Prueba estos consejos y cuéntanos!